En el número de Junio de la revista Harper's Bazaar España leí un artículo fascinante titulado "Fashion Forward". Quizás este no resulte muy clarificador, pero el subtítulo "¿Crisis de ideas o característica irrenunciable? La moda entra en una ESPIRAL que busca inspiración en sí misma" lo deja todo bien claro. Un interesante artículo que desmenuza la situación de la moda actual y transmite una opinión quizás negativa sobre su innovación o desarrollo.



Me sedujo completamente, he de decirlo, porque últimamente rondaban por mi cabeza los mismos pensamientos. Algo frustrado, algo triste, algo desesperado no hacía más que plantearme hacía dónde nos dirigimos. ¿Llegará una nueva etapa en la que un estilo puntero se haga el sello característico de una nueva época para el recuerdo? Como dijo Focillon en su teoría, todo movimiento artístico se puede dividir en tres etapas bien definidas: una época arcaica o de nacimiento, una época clásica o de esplendor y una época barroca o decadente. La moda es un arte más -opinión muy criticada por aquellos que sólo defienden su uso funcional-, y por ello puede evolucionar como los demás movimientos artísticos.
¿Estamos, pues, ante una época barroca de la moda? Nadie puede asegurarlo ahora mismo, de ello se encargarán las generaciones de siglos posteriores para las cuales seamos el más puro pasado.
Sin embargo, algo esta misma tarde disipó un poco la neblina que cubría mi mente. Investigando en STYLE.COM descubrí el impresionante show que montaron Viktor&Rolf para su último desfile (Fall 2010). Y, por su puesto, cómo olvidar la maravilla de desfile (Spring 2010) que el desgraciadamente difunto Alexander McQueen organizó con todo lujo de detalles.